sábado, 2 de junio de 2012

Marte en una mano

Por Javier Magaña

Era Dios jugando con Marte a lanzarlo hacia arriba esperando que regresara a su mano, como si fuera un hombre jugando con una pelota roja, pero un mal vote lo sacó de su ensoñación volviéndolo a hacer un hombre que jugaba con una pelota, que ni siquiera era tan roja pues un haz de líneas de colores la atravesaba de lado a lado. Entonces,nuestro protagonista dejó de ser quien controlaba el ir y venir del universo, para tratar de escuchar la charla que se entablaba en la oficina de a lado, donde dos importantes empresarios deliberaban si él formaría parte del próximo recorte de personal.